Era un título que se otorgaba
anualmente en Rio de Janeiro al sambista que se destacaba en algo
característico del samba- danza, canto, composición,ejecución de instrumentos u
oralidad.
Entre 1936 y 1950, la
elección se hacía por voto popular, a través de los diarios que patrocinaban el
concurso. En ese período algunos salgueirenses que fueron elegidos fueron
Antenor Gargalhada (de la escuela de samba Azul y branco) y Caxiné (de Depois
eu digo), pero también ganaron grandes nombres de otras escuelas que hablaremos
mas adelante, como Cartola (de Mangueira), Paulo da Portela o Seu Alfredo Costa
(de Prazer da Serrinha)
Entre 1958 y 1964 la
cosa cambió. La competencia entre los candidatos a Cidadão samba pasó a ser una
maniobra usada por la Asociación de las
escuelas de samba (AESCRJ), órgano que las representaba, para recaudar dinero.
Los votos era pagos.
En 1960 el gran Ismael
Silva, de la considerada primera escuela de samba llamada Deixa falar, era uno de los
candidatos y, para ganar, tenía que vencer a João Paiva dos Santos, primer mestre-sala
del carnaval carioca (de la escuela de samba Paraiso do Tuiuti) que ya había sido elegido en 1958 y 1959.
Muchos de quienes apoyaban a Ismael no tenían plata para comprar el voto pero
algunos de sus amigos disponían de un espacio en el diario llamado ´Jornal do
Brasil, donde hicieron la campaña de su candidatura. Tenía amigos intelectuales
y con influencia que lo apoyaron y contribuyeron con los recursos necesarios
para que ganase el título en 1960. Uno de los que más colaboró fue el poeta
Augusto Frederick Schmidt, que, aparte de ser amigo y admirador de Ismael Silva,
también era un empresario exitoso.
Fuentes: Escolas de
samba do Rio de Janeiro (Sergio Cabral)
Dicionário da história social do samba
(Nei Lopes/ Luiz Antonio Simas)
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